5 de marzo de 2009

Cenicienta

Cristina Moreno nos ofrece una versión muy diferente a la de Lorena.

Érase una vez una chica de Sevilla, que tan solo quería cumplir un sueño...
Podemos llamarla Marta, Alejandra, Silvia... Pero yo la voy a llamar Cenicienta.
Un día, Cenicienta fue a casa de su novio con el claro propósito de conseguir la felicidad y solo la conseguiría si dejaba al sapo para conseguir a su príncipe azul.
Pero el sapo, que a falta de besos se había transformado en ogro, decidió que si no estaba con él, no estaría con nadie...
Pero este es el final del cuento y yo lo quiero empezar como Dios manda, por el principio.
Un día soleado de verano, Cenicienta conoció a... a este lo vamos a llamar Ceniciento.
Bueno, pues como iba diciendo, Cenicienta conoció a Ceniciento un día soleado de verano.
Al poco tiempo empezaron a salir y, a pesar de las advertencias de la madre de Cenicienta (¿por qué las madres siempre tienen razón?), ella continuó con él.
El tiempo transcurría y ellos seguían felices, con las típicas peleas de novios, pero nada importante.
Cenicienta descubrió un día que Ceniciento la estaba engañando con otra chica, pero ella estaba enamorada de él, así que aguantó.
-Ya se dará cuenta de a quién quiere de verdad.
Y así pasaron los días. Cenicienta se iba consumiendo poco a poco hasta que descubrió que su novio colgaba fotos suyas en Internet, así que decidió que terminaría con todo aquello.
Fue a hablar con su novio y le dijo que lo quería dejar con él, puesto que ya no lo quería, y que quitase sus fotos de Internet.
Pero claro, los ogros, difícilmente entienden un no.
Ceniciento tomó lo primero que tuvo a mano y la golpeó en la cabeza repetidas veces hasta matarla.
Él tenía muy buenos amigos que le encubrieron y le ayudaron a deshacerse del cuerpo tirándolo a un embalse.
Ceniciento y sus amigos ayudaron a la desesperada familia de Cenicienta como si nada hubiera pasado, hasta que la presión pudo con ellos y tuvieron que contarle todo a la Policía.
Aún esperan sentencia por ese error y todavía se les considera presuntos, aunque se sabe a ciencia cierta que fueron ellos, pero así son las leyes de este país.
Puede parecer que este cuento es un poco macabro, pero es que no hay mayores atrocidades que las que comete el hombre.

Cristina Moreno

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Y mucha razón tienes... Puf menudo cuento, y que pena que sea verdad.

Anónimo dijo...

La historia de Marta del castillo,que lástima que aún no se encuentre el cuerpo.

el guardián dijo...

Lo cierto es que en ocasiones los cuentos...no tienen un final feliz. Aún así, ella siempre será la bella Cenicienta y todos la conoceremos y recordaremos. A Ceniciento, desde luego, no. Felicidades por tu interpretación, nos ha ayudado a meditar.

Anónimo dijo...

Puf ... así me dejas.
Que pena que tenga que haber de todo en este mundo ...
¿Y tenemos esperanza de que algún día termine esto?

Tania.

el guardián dijo...

Pues esperemos que sí.

Anónimo dijo...

muy bueno lo malo que es tragico y la cenicienta tenia final feliz

Carolina dijo...

Que tragedia que cosas así pasen en este mundo y que no sea fantasía o irrealidad...