El instituto encantado

Ana Torrijos y Míriam Úbeda-Portugués dedican este sobrecogedor relato a Sara, Luisa, Luis, Jorge y a su maravillosa y buenísima profesora de Lengua.

Era un día de clase normal, como casi todos, y a la hora de Lengua, como casi todos los martes, la profe nos mandó un trabajo. Nosotras, Míriam y Ana, decidimos hacerlo sobre el instituto. Esa misma tarde fuimos al instituto a pedir información. Cogimos viejos anuarios, ficheros y toda clase de documentos que encontramos. Empezamos a buscar y nos llamó la atención una lista de alumnos. Era un poco vieja, de unos 25 años, y era de 4ºC. Nos resultó curioso ver que seis nombres de la lista coincidían con seis chicos de clase.

Pensamos que sería buena idea contactar con ellos. Dos de ellos, Jorge y Sara, habían fallecido. Luisa se encontraba en estado vegetativo y Luis se hallaba en un psiquiátrico. Las únicas que quedaban eran Ana y Míriam, así que contactamos con ellas.

Quedamos esa tarde en la cafetería de la esquina para hablar más detenidamente. Cuando llegaron nos presentamos y, al decirles nuestros nombres y la clase a la que íbamos, se sorprendieron. Empezamos con preguntas del instituto, pero nos interesaba más saber si había pasado algo interesante en él. Notamos un cierto nerviosismo en ellas. Entonces Ana nos contó una historia:

-Todo esto empezó en 1984. Estábamos en el último curso ya del instituto. Habíamos escuchado rumores acerca de una leyenda pasada en el instituto y, ya que era nuestro último año, lo queríamos comprobar. Una noche, Luis, Sara, Jorge, Luisa, Míriam y yo decidimos entrar en el instituto. Una vez dentro, nos dirigimos a nuestra clase. Allí hicimos la Ouija y nos salió un espíritu que nos decía que tuviésemos cuidado con la profesora de Lengua. Nos sorprendieron mucho esas palabras, y pensamos que lo que quería hacer el espíritu era meternos miedo. De pronto, las velas se apagaron y la puerta se cerró bruscamente. Nos levantamos corriendo hacia la puerta, pero estaba atascada. Cuando al fin la abrimos, nos encontramos con la profesora de Lengua en un estado muy extraño. Llevaba un camisón blanco lleno de sangre; su pelo cubría toda la cara y estaba empapado por la lluvia, su mano sostenía un cuchillo lleno de sangre y todo el rato repetía : " Vais a morir".
Los seis salimos corriendo. De repente, caímos en mitad del pasillo. Las velas se apagaron y, cuando las volvimos a encender, ¡Jorge estaba muerto! Las paredes estaban cubiertas de sangre y entonces echamos a correr. Míriam y yo nos escondimos en los baños. Oímos un ruido y salimos, y fue cuando vimos los cuerpos de Sara y Luisa tendidos en el suelo. Sara llevaba un cuchillo clavado en la espalda y Luisa tenía un fuerte golpe en la cabeza. Míriam, Luis y yo conseguimos salir. Al día siguiente, en el instituto nos dijeron que la profesora se había tenido que ir, y nadie supo más de ella. Estuvimos internas en un psiquiátrico durante 14 años y al fin estamos fuera, menos Luis. Sólo queremos advertiros de que tengáis cuidado, porque mañana se cumplen 25 años de aquel día.

Cuando salimos, se lo contamos todo a los demás. No nos quisieron creer y les propusimos ir al día siguiente para comprobarlo. Ya eran las 12 y estábamos en clase. Empezamos a hacer la Ouija. El vaso se movió y un espíritu nos dijo que tuviésemos cuidado con la profesora de Lengua. Las velas se apagaron y la puerta se cerró de un golpe. Intentamos abrirla, pero estaba atascada. Cuando la puerta se abrió, pudimos ver a nuestra profesora Susana tal y como nos la describieron anteriormente. En ese momento pensamos: " La historia se vuelve a repetir..."