15 de diciembre de 2008

Yo sé un himno gigante y extraño
Que anuncia en la noche del alma una aurora.
Y estas páginas son de ese himno
Cadencias que el aire dilata en las sombras.

Yo quisiera escribirlo, del hombre
Domando el rebelde, mezquino idioma,
Con palabras que fuesen a un tiempo
Suspiros y risas, colores y notas.

Pero en vano es luchar; que no hay cifra
Capaz de encerrarlo, y apenas ¡oh hermosa!
Si, teniendo en mis manos las tuyas,
Pudiera, al oído, cantártelo a solas.

G. A. Bécquer

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Buena interpretación de Juan Manuel Serrat (caminante no hay camino...)

Anónimo dijo...

simplemente I like BECKER