CUESTIÓN DE PRINCIPIOS
Va siendo hora ya de que aclaremos
algunas pequeñeces importantes.
Detesto me despierten bruscamente.
Adoro sin medida tu contacto.
Podríamos llegar a un acuerdo.
Arrojémoslo todo por la borda:
tu oficina, mis clases, los relojes,
su rencor, su codicia de las horas.
Las cartas marcadas (1994)
TIERRA DE NADIE
Y entre todos los días y sus noches,
y entre todas las vidas que aquí arrojan,
en esta habitación que no es de nadie,
sus sombras paralelas,
tu cuerpo de gacela apresurada:
Piel arriba la sangre remonta hasta tus labios,
te inundan las hogueras con su clamor de jungla,
desnúdate –me dices-, olvida las palabras,
y entre mis brazos huecos yo te siento temblar
como la luna en el agua, contra mi pecho oscuro,
y me siento rozar el techo de los cielos,
tierra, fuego y ardor, cenizas que se yerguen,
coronas mi cintura con aluvión de vértigo,
se desertiza el mundo en torno de esta cama
y mis manos se aferran a la vida en las tuyas,
una lluvia muy honda te riega noche adentro,
la carne se disuelve con su rumor de sombra
y un vasto corazón nos pertenece.
Esta escena transcurre por mi piel,
entre mis brazos huecos, contra mi pecho oscuro,
mientras tus manos vuelan muy lejos de las mías,
tumbado en esta cama,
en esta habitación que no es de nadie.
Horizonte o frontera (2003)
TRAS LA PUERTA
En mi casa hay un cuarto que siempre está cerrado.
Se perdieron las llaves del cuarto en donde sé
me aguardan las sirenas y los equilibristas,
remotos arrecifes, los bosques en penumbra,
tu boca un vendaval de lluvia y de calor
arrojándome a playas donde las voces suenan,
donde las voces vienen a recordarme pronto
que he de salir a flote, a respirar de nuevo
el aire de mi casa, su pobre decorado
tan desnudo de luz, tan ajeno a la vida
que bulle allá en mi cuarto, tras la puerta,
a la espera de un cauce de palabras.
Horizonte o frontera (2003)
LADRÓN DE SUEÑOS
Entre todos los dones que el día me negó
sólo uno me duele de raíz. Esa ausencia
malogra mis mañanas, amarga mi café,
se instala a pleno sol con su baúl de sombras,
al despertar, en blanco, vacía la mirada,
ningún sueño me espera, ardiendo en la memoria.
A veces, sin embargo, si despierto del lado
de la bruma, allí donde mi vida se parece
a un eco turbio o huellas que el viento desmorona,
escucho deslizarse al ladrón de mis sueños
en fuga por la casa. Su rastro de borrosas
imágenes resuena dentro de mí un instante.
Se desvanece luego, su herida claridad.
Confieso que jamás he tenido el valor
de salir en su busca, a tientas, y alcanzarle,
de asomarme a sus ojos de nieblas infinitas
y pedirle que al fin me devuelva mis sueños.
Por eso me levanto penoso y a trasmano
pongo al fuego el café, enciendo un cigarrillo,
presto atención al eco y las cenizas. Escribo:
Entre todos los dones que el día me negó…
Horizonte o frontera (2003)
FLÂNEUR (Nocturno)
Nada brota en el asfalto, nada
dice sí entregándose como la luz al día.
Ni el barrio es un paisaje, ni la lluvia un destino,
ni en los árboles brilla una revelación.
El ruido del motor suena a garganta ebria.
Su tos es un latido entrecortado, dice
mi angustia en su lenguaje de crujidos.
Una calle tras otra rastreo las aceras:
farolas impasibles, anuncios luminosos,
zapatos que bostezan en sus escaparates,
la aridez del desierto sin caras que es la noche.
Miro el retrovisor: nada, no hay nadie.
Miro en mi corazón: no sabe, no contesta.
“El túnel” en Horizonte y frontera (2003)
PALABRAS
Decir hola quizá ya es decir mucho.
Decir aurora, vaso, cuchillo, tenedor,
el botón a la altura del ojal,
la sartén en el fuego, la comida en el plato,
en el eje la rueda de los días.
Sin embargo yo sé
que hay pájaros desnudos detrás de las palabras
y códigos secretos y turbios pasadizos
que desembocan, hondos, tras la piel,
en los rescoldos últimos.
Ansioso por saber afilo mi lenguaje:
huecos, ventanas, túneles, tejidos.
Pero las sílabas se me adormecen,
se emborrona su sombra en el papel:
el fuego en la sartén, el plato en la comida,
esta rueda sin eje de mi voz.
“Al fondo del poema” en Horizonte y frontera (2003)
ANIVERSARIO
Te regalo la música
te regalo mi forma de mirarte como se
vislumbra una esmeralda fulgurante en la nieve
te regalo la mañana al despertar, mi voz y el eco
de mi voz llamándote del lado de la vida
te regalo la brisa del mar que allá a lo lejos nos
espera
te regalo el periódico, la ira compartida y el
dolor, la impotencia de los espectadores
te regalo la lágrima que se me muere al filo de
los ojos por temor a alcanzarte con su sal y su
herrumbre
te regalo todas las palabras, aquellas que me
brotan a tu paso y las que se me quedan
prisioneras, retumbando por dentro,
invocándote a solas
te regalo la barba que me afeito para rozar tu
piel sin un rasguño
te regalo la cita inesperada, el beso repentino, la
flor sobre tu mesa y todas mis ingenuas
maniobras para arrastrarte al goce, volverte
incandescente, naufragar
te regalo los fuegos de artificio que tengo que
inventar sobre la marcha para incendiar en tu
boca una sonrisa
te regalo mi pena cuando llegas desmadejada y
gris como un paraguas roto y hay que acunarte
a toda prisa, vendarte las heridas, arrullar tu
dolor
te regalo el dolor que me provocas cuando
pides a gritos un traje de princesa tejido con el
hilo de los sueños y quisiera nombrarte
emperatriz, encadenar la Luna a tu regazo, pero
no puede ser y no comprendes, y me siento el
más pobre de los hombres
te regalo a mi vez mi llanto y mi torpeza, mis
días imposibles, ese niño tirano que reclama la
tarta que no existe, el juguete que no le puedes
dar
te regalo mis dotes de bufón, mis voces
impostadas, mis juegos de palabras, mis ganas
de escuchar cómo rompen las olas en tu risa
te regalo el destello que en mis ojos te acaricia a
distancia cuando estás a lo tuyo, reclinada en ti
misma, inaccesible
te regalo los días y las noches en que tu
ausencia escarba una fractura, abre un pozo sin
fondo por donde merodean las tinieblas, un
boquete de sombra que sólo tu regreso ha de
llenar
te regalo mi asombro, la emoción que conmueve
mi savia y mis raíces si te miro en secreto
aunque no estés, entregándote entera a mi
deseo
te regalo el don de la alegría, la cegadora luz de
los proyectos, la ilusión por el viaje compartido,
la fe de los exploradores
te regalo ese don que no merezco pues sin ti no
podría convocarlo, como en la piedra solitaria
nada engendra la chispa si no hay roce
te regalo mis ganas de vivir, de quedarme a tu
lado para siempre y que el sueño me alcance
muy dulce entre tus brazos
La vida nueva (2008)
NOS HACE FALTA ARDER
Nos hace falta arder necesitamos
susurros de sirenas al oído
un revuelo de pájaros destellos de bengalas
sembrando confusión en el desván
campanas prisioneras
reclamando entre dientes metálicas feroces
alzarse en las alturas cantar en los espacios
donde la luz indómita se yergue en todas direcciones
porque huele a cerrado porque el polvo
parecía posarse inofensivo
y ahora un fango con espesor de llanto nos sepulta
casi no hacemos pie necesitamos
aire fresco ventanas cometas escalando la rosa de los vientos
nos hace falta arder mojarnos la mirada
en las primeras lluvias que el redoble
del agua nos salpique calándonos la hondura
el despertar del bosque de la sangre
su música su danza sus presagios
desalojando el fósil que yace en las tinieblas
las herrumbrosas anclas la piedra de los muros la arcilla disecada
navegar navegar quebrar el astrolabio
y arrojar por la borda los fragmentos para dar de comer a las mareas
y ahora sí ya podemos
al alba sonreír como deslumbra en la manzana
su frágil resplandor como palpitan
las velas desplegadas
al fondo de los ojos al filo del deseo
de aquellos que no olvidan día y noche
soñar despiertos siempre
La vida nueva (2008)
20 de abril de 2009
EDUARDO GARCÍA
Eduardo García obtuvo el pasado 18 de abril el premio Nacional de la Crítica en la modalidad de poesía por su último libro: La vida nueva (Editorial Visor). El poeta defiende el valor reflexivo de la poesía. "Conocer la tradición filosófica es importante, pero a la hora de escribir un poema tienes que olvidarte de lo que sabes. Todo debe quedar como un poso en la voz", afirma. "No hay peor cosa que teorizar en un poema". Según el autor, en La vida nueva "se pasa por una quiebra del sujeto y se desemboca en un canto a la utopía. Así es la vida. Si quieres avanzar tienes que pasar por el túnel".
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2 comentarios:
Enhorabuena a Eduardo García por su más que reciente premio. Se la daremos en persona el 23 de abril. Qué afortunados somos por poder contar con su presencia este jueves. Aprovechemos la ocasión de tener a un gran poeta ante nosotros.
Me ha parecido muy entretenida la charla de Eduardo García. Yo también le doy mi enhorabuena por el premio, la verdad es que algunos poemas que hemos leído en clase han estado muy bien.
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