29 de mayo de 2009

Nunca dijo su verdadero nombre, siempre la conocimos como Frau Frida. Apenas me la presentaron incurrí en la impertinencia feliz de preguntarle qué hacía tan lejos de su país y a qué se dedicaba. Ella me contestó de un golpe:
-Me alquilo para soñar.
Confundida por lo que había dicho, le pregunté que a qué se refería con esa frase.
Tardó en contestar, pero al final me contó toda su historia.
Me dijo que cuando tenía 10 años soñó que su padre, que era pescador, iba a morir ahogado cuando se fuera a pescar. Cuando Frau se despertó a la mañana siguiente, le contó todo a su familia y dijo a su padre que nunca más fuera a pescar, pero su padre, molesto, le contestó:
-Nunca dejaré de hacer lo que más me gusta en la vida por un estúpido sueño de una niña de 10 años.
Al cabo de unas horas el padre se fue a trabajar, como hacía siempre; primero preparaba todo lo necesario para la pesca y después se iba en su barco a pescar.
Cuando todos estaban durmiendo llamaron por teléfono, lo cogió la madre de Frau Frida y escuchó la voz de un policía que decía:
-Su marido ha fallecido ahogado.
El sueño que había tenido Frau Frida se había hecho realidad, pero por desgracia no era nada bueno, porque había perdido a una de las personas que más quería en la vida.
Antes de seguir contándome la historia paró un rato, porque todo esto le afectaba bastante y, después de beber un vaso de agua y de tranquilizarse, siguió con la historia.
Me contó que después de todo lo sucedido, con ese don que tenía podía trabajar de sirvienta donde quisiese, y así hizo.
Trabajó en la casa de una familia muy rica que la quería como si Frau formara parte de ella, y todos los días le pedían que les contase lo que había soñado. Pero, desgraciadamente, un día Frau tuvo un sueño similar al de su padre. Soñó que el hombre de la casa iba a ser asesinado por unos ladrones, y así ocurrió.
Con la muerte del patrón, Frau recibió dinero de la herencia y esto la llevó a una buena posición económica en su vida.
Pero eso no era lo que ella quería.
-Nunca desearía la muerte de ningún ser querido para ganar una buena posición económica -me dijo.
Y con esta frase terminó de contármelo todo.

Tamara García

1 comentario:

tamara dijo...

Me alegro que hayan puesto un relato mio en el blog porque es la primera vez y espero que no sea la última. GRACIAS