Cenicienta tiene 75 años y se encuentra al final de una vida triste sin su marido, el Príncipe, que
falleció hace 10 años de una enfermedad muy larga. Pasa sus días en el porche de su casa, sentada en una mecedora, observando el mundo con su gato Bob sobre las rodillas. Una bella tarde, en un abrir y cerrar de ojos, aparece una gran nube en el horizonte y de esta sale el Hada Madrina.
Cenicienta le pregunta:
- Querida hada madrina, después de todos estos años... ¿Qué haces aquí?
La madrina responde:
- Cenicienta, la última vez que nos vimos te dejé feliz, y he observado que estos últimos años vuelves a estar triste. ¿Hay algo que pueda hacer por ti? ¿Algún deseo que te pueda conceder?
Cenicienta está confundida, alegre y llena de emoción. Después de pensar un poco, murmura:
- Me gustaría ser inmensamente rica otra vez, ya que mi marido antes de morir me dejó sin apenas dinero.
En un instante, su vieja mecedora se vuelve de oro macizo. Cenicienta está impresionada. Su fiel gato Bob se sobresalta, y se aleja de la mecedora.
Cenicienta grita:
- ¡Gracias, Madrina!
El Hada Madrina añade:
- No hay de qué. ¿Qué te gustaría como segundo deseo?
Cenicienta baja la cabeza, mira todas las arrugas que cubren su cuerpo y su cara, y dice:
- ¡Me gustaría ser joven y bella de nuevo!
Casi instantáneamente, ella se encuentra que ha rejuvenecido 50 años por lo menos. Cenicienta empieza entonces a sentir cosas de las que casi no se acordaba: apasionamiento, ardor... y le vuelven las ganas de vivir como las que tenía antes.
El Hada Madrina dice entonces:
- Te queda un último deseo. ¿Qué quieres?
Cenicienta mira a su pobre gato asustado y dice:
- Quiero que transformes a mi pobre gato en el más bello y fogoso joven.
Por arte de magia, Bob se transforma en un magnífico hombre, tan bello que los pájaros no pueden evitar dejar de mirarlo y caen uno a uno al suelo.
El Hada Madrina dice:
- Enhorabuena, Cenicienta. Disfruta de tu nueva vida.
Y desaparece rápidamente, dejando a solas a Cenicienta y al joven. Durante unos instantes, Cenicienta y Bob se miran tiernamente. Entonces, Bob avanza hacia ella, la toma entre sus musculosos brazos y le murmura suavemente al oído:
- ¿A que ahora te arrepientes de haberme llevado al veterinario... lista?
Lorena Navas
4 comentarios:
Muy particular la historia de la Cenicienta, nunca creí que su amado príncipe moriría y ella se quedaría sola,triste y abandonada.
Me ha gustado mucho esta versión , desde un comienzo algo pasado os años,hasta un final casii feliz.
Que divertido .. yo no quiero llegar a viejecita donde hay que llamar para un hada madrida ..jaj Lorena la historia es muy divertida
Jajaj que divertido Lorena! me ha gustado mucho :)
¿Y la versión censurada Lorena? jajaja para ser sincera es más apropiado así eh!!! ;)
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